La inauguración de la Criolla del Prado se vivió con mucha emoción. En particular de las mujeres que ingresaron al ruedo en el desfile inaugural, donde muchas de ellas lo hicieron por primera vez a pesar de vivir toda la vida en el campo y haber participado en muchas Criollas.
El pasado domingo se vivieron momentos de abrazos, de miradas cómplices, manifestaciones de reconocimiento ante lo que significaba disfrutar en condiciones de igualdad lo que ha sido vocación y pasión a lo largo de sus vidas.

Mariana se levanta muy temprano y realiza un trabajo estricto en el cuidado de su tropilla. Alimenta a 14 caballos y los prepara para que lleguen en las mejores condiciones al concurso de jineteadas. Su tropilla participa en las cuatro categorías (basto, basto oriental, internacional en pelo y pelo) repartidas en 20 montas. Confiesa que es un trabajo exigente pero que no es impedimento para que lo realice una mujer.
Dalton Delgado, capataz de campo de la Criolla, fue quien invitó a Mariana a participar en el Prado. "No tengo palabras para expresar lo que es estar acá”, contó Mariana. “Y sobre todo para representar a la mujer, que muchas veces está excluida de las tareas de campo y queda relegada en la casa. Yo creo que Dalton en cierto punto me dio la oportunidad para fomentar los derechos de nosotras y eso es muy importante”, resaltó.
El resto del año, Mariana se dedica a la ganadería y trabaja en el campo de su familia. Años atrás formó su propia tropilla y así comenzó su pasión por el oficio. Mariana piensa volver a futuras Criollas y espera que más mujeres tengan la oportunidad de participar en esta fiesta tradicional.